Elena Castaño

Elena Castaño, una vida volcada en el arte.

Todo su magisterio es arte, de su escuela salían magníficos bordados, se confeccionaba moda, ajuares, mantelerías, artesanía en madera, tela y alambre, composiciones planas, volumétricas, dibujos coloreados, disfraces..., sin olvidar la geografía, la historia, las matemáticas..., que junto con Emilio, su marido, gran pedagogo , impartían en la escuela de Arriondas (siempre serán Don Emilio y Doña Elena). Enseñaban a contemplar lugares, monumentos, historias de nuestros antepasados, con imaginación y visión artística de los paisajes de cada lugar y hechos allí ocurridos. Así, una vez abiertas las ventanas de nuestro mundo a tantos niños y niñas, hijos de la Asturias rural, tramitaban becas de estudios... "Tu hijo vale para estudiar, debes intentarlo...". Con ellos surgió una nueva generación.

El arte de lo cotidiano no es un arte menor, pues más que el arte en sí -palabra abstracta- son los artistas, algunos, auténticos genios, los que sensibilizan nuestra percepción de las creaciones humanas, sean menudencias o grandes realizaciones. Los artistas mediocres no hacen vibrar nuestra sensibilidad, pero disfrutan y se emocionan logrando pequeños avances en su estilo. Todos estamos dentro de un abanico entre la genialidad y la vulgaridad.

En Elena el arte desborda, sus últimos 25 años de docencia los centró en el esmalte al fuego y esa faceta es la que aquí se expone. Hasta que el mismo fuego dañó su cornea de tanto contemplar las misteriosas transformaciones del horneado. Sus propias alumnas la suplían en los continuos horneados a 700º, 800º, pero era incapaz de dejar en otras manos esos momentos sublimes del despertar del vidrio seducido por el calor. Por desgracia no se puede acercar al horno, solo cuando está frío. Y no se resiste, ahora enseña el arte del esmaltado al fuego a sus nietas.

Había comenzado sus andaduras en la escuela Massana de Barcelona, con Cortada y Gironel, allí comenzó su admiración por los esmaltes de Andreu Vilasis, de sus caras melancólicas. Innovadora con nuevas técnicas mezclando esmaltes con arenas especiales, les aplicaba el cedazo como un sembrador siembra a voleo, con arte, que no solo es tirar el grano; esmalte sobre pasados de fuego, esmaltes colocados sobre pintura de témpera, esmaltes con plata repujada,...

2 comentarios: